jueves, 5 de noviembre de 2015

UN PAPA SUPLICA DESDE EL PURGATORIO


El Papa Inocencio III fue uno de los papas más influyentes e importantes de su época. Fue pontífice desde 1198 hasta 1216.

Él fue quien concedió a San Francisco de Asís y su pequeño grupo de seguidores el permiso para fundar la Orden de los Frailes Menores; convocó el IV Concilio de Letrán que, entre otras cosas, en donde se definió dogmáticamente la doctrina de la transubstanciación; y él organizó grandes esfuerzos para combatir la herejía en Europa y repeler la invasión de las fuerzas musulmanas. Toda la gran energía que mostró, se debió en parte a que era inusualmente joven en el momento de su elección, apenas contaba con 37 años.

Entonces, después de más de 18 años como Papa, murió repentinamente. Pero eso no fue lo último que se supo de él.
Cuando un cristiano muere, los católicos creemos que pueden ir directamente al cielo si no tienen ningún castigo temporal excepcional por los pecados que han cometido. Pero muchos cristianos irán al purgatorio primero, en el que, por la gracia de Jesucristo, son purificados y preparados para entrar en la presencia Santísima de Dios.
La asombrosa historia del difunto Papa y su ruego
La historia cuenta que en el día en el que Papa Inocencio III murió, o poco después, apareció a Santa Lutgarda de Aywieres en Bélgica. Santa Lutgarda es considerada como una de las grandes místicas del siglo 13, conocida por sus milagros, visiones, levitación, y en particular por ser experta en la enseñanza.

Cuando el Papa Inocencio se le apareció, le dio las gracias por sus oraciones durante su vida, pero explicó que él estaba en problemas: no había ido directamente al cielo, estaba en el purgatorio, sufriendo su fuego purificador por tres faltas específicas que había cometido durante su vida.
El difunto Inocencio le preguntó a Santa Lutgarda si podría orar por él, diciendo:
“¡Ay! Es terrible, y mi pena tendrá una duración de siglos si usted no viene en mi ayuda. En el nombre de María, que ha obtenido para mí el favor de poder recurrir a ti, ayúdame!”

Como reflexión a este caso, sabemos que las almas que llegan al Purgatorio, no puede alcanzar, bajos sus propios méritos, o ayudarse a sí mismos, para salir de ese estado, sólo les queda cumplir con la pena impuesta y aceptar la purificación divina. Nosotros, los que quedamos en este mundo, podemos ofrecer oraciones y penitencias para aliviarlos, y de alguna manera, desconocida para nosotros, ellos saben cuándo hacemos eso. ¿Cuánto tiempo debemos orar y sacrificarnos por un alma en particular? ¡No lo sabemos! San Agustín en sus Confesiones, escribió, 10 a 15 años después de la muerte de su madre, Santa Mónica, que aún él pedía oraciones por ella.

Las almas en el purgatorioEl Purgatorio puede durar el equivalente a muchos años – se habla de este modo, porque no hay tiempo en el Purgatorio – hasta que el alma haya reparado las consecuencias que dejaron los errores de sus pecados ya perdonados. Por cierto, es un error, canonizar a nuestros familiares difuntos en un funeral, diciendo: “ya está en el cielo”, “está en la gloria de Dios”, etc… Ya que, esto, solo Dios tiene la certeza del estado de su alma. Además caeríamos en el triste error que cometen los protestantes bajo la influencia del error HERÉTICO de Martín Lutero. Tristemente algunos católicos hacen esto en un funeral.

 Fuente : aleteia  
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domingo, 13 de septiembre de 2015

"EL PÁRROCO" , ... V PARTE , "AQUÍ COMETÍ EL PECADO" VI PARTE : DOS HISTORIAS DEL MÁS ALLÁ

Absolve, Domine, animas omnium fidelium defunctorum ab omni vínculo delictorum et gratia tua illis succurente mereantur evadere iudicium ultionis, et lucis æterne beatitudine perfrui.

Absuelve, Señor las almas de los fieles difuntos de las ataduras del pecado, y que socorridos por tu gracia merecen escapar al Juicio vengador y disfrutar de la felicidad de la luz eterna.

Marco Antonio Guzmán Neyra | Facebook




domingo, 6 de septiembre de 2015

LA RELIGIOSA DEL MÁS ALLÁ


Bueno , animo a seguir adelante en el estudio de este interesante y devoto tema que en esta oportunidad como todos los días lunes es en su 4ta parte según el orden como los publico : de como viven purificándose las almas del más allá , y haciéndonos experimentar su "presencia" en este mundo solicitándonos sus clamores y ayudas, que solo nosotros podemos alcanzarles : mediante la oración

Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.
Te decet hymnus Deus, in Sion, et tibi reddetur votum in Ierusalem.
Exaudi orationem meam; ad te omnis caro veniet.
Requiem aeternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.

Marco Antonio Guzmán Neyra | Facebook






domingo, 30 de agosto de 2015

¿ COMO SUFREN LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO ?

Los días lunes debería ser el día de compromiso fijo con la devoción a las ánimas del Purgatorio. Agradezco a Dios , poseer este instructivo libro, que sus notas, son de pura y sana teología sobre el tema en mención, lamento decirlo, muy poco conocido en estos últimos tiempos. 

Recuerdo además que San Juan Macías de la orden de los predicadores estuvo muy ligado a ejercer penitencias y sacrificios por la liberación de ánimas del purgatorio , dícese que su confesor reveló , que Juan logró por gracia de Dios liberar más de 1 millón cuatrocientas mil almas del lugar de los tormentos. Por eso cuando rezo mis 100 Requiems después del Santísimo Rosario me uno con deseo místico y fervor a este gran santo, como asi con los demás poderes del Cielo , para que nuestras oraciones por las almas sean efectivas terminando mi apostolado ofreciendo participando en alguna Misa Tridentina. Todo esto realizarlo en conciencia y fe.  

Requiem aeternam dona eis, 
Domine, et lux perpetua luceat eis.

Marco Antonio Guzmán Neyra | Facebook